Las islas Baleares de los siglos V al VII d.C. Algunos datos aportados por la arqueología del siglo XXI
Mateu Riera Rullán
2019
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Las Islas Baleares de los siglos v
al viii dC. Algunos datos nuevos aportados
por la arqueología del siglo xxi
Mateu Riera Rullan
Facultat Antoni Gaudí d’Història, Arqueologia i Arts Cristianes
Introducción
Durante las últimas décadas ha aumentado considerablemente el conocimiento de lo sucedido en las Islas Baleares
durante los siglos v al viii. Este período, denominado por algunos «Antigüedad tardía» y, por otros, «Alta Edad Media»,
coincide en el tiempo con los reinos visigóticos de la península ibérica. Hay que recordar que, pese a teorías indocumentadas que proponen lo contrario, los visigodos nunca
dominaron las Baleares, tal como ha demostrado Josep
Amengual i Batlle, tanto a partir de las fuentes escritas,
como de las arqueológicas.
◁ Montaje fotogramétrico de la basílica del Fornàs de Torelló
(Maó, Menorca), realizada durante las labores de limpieza y
restauración del año 2018, efectuadas por Montserrat Anglada,
Margalida Munar y Bernat Burgaya. Autor: Bernat Burgaya.
Fotografía aérea del conjunto de Son Peretó (Manacor,
Mallorca) realizada durante la campaña arqueológica de 2016,
coordinada por Magdalena Salas Burguera y dirigida por Miguel
Ángel Cau Ontiveros y Mateu Riera Rullan. Autor: Miquel Àngel
Escanelles Garau.
Gracias a las fuentes textuales, se sabe que las
Baleares pasaron del Imperio romano de Occidente al
Reino vándalo (455 al 534) y, de este, al Imperio romano
de Oriente, conocido así mismo como Imperio bizantino.
También permiten ver confusamente cómo el cristianismo
se fue consolidando, primero en las ciudades y después en
el campo. Pero la verdad es que a partir del año 420 bien
poco explican de lo sucedido en las mencionadas islas. El
antes nombrado Josep Amengual i Batlle ha sido quien
más inferencias ha hecho, deducidas, principalmente,
a partir de las informaciones contenidas en las escasas y
sucintas fuentes textuales de las Baleares. De aquellas,
probablemente, aún se pueden extraer más conocimientos històricos, pero no cabe duda de que es a partir de los
datos que están aportando los trabajos arqueológicos, de
donde más se podrá escribir la historia de las personas que
habitaron el archipiélago balear durante los siglos v al viii.
Durante el último cuarto del siglo xx, se hicieron excavaciones arqueológicas y trabajos de investigación muy
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meritorios, que servirían para iluminar más los siglos v y vi
vación, también se han realizado estudios de la cerámica,
que los vii y viii. Se pueden destacar los realizados por Pere
las monedas, el vidrio, la fauna, las restos antropológicos,
de Palol y varios miembros de su equipo de la Universidad
los morteros, los elementos líticos, los carbones, el polen,
de Barcelona, centrados en los asentamientos no urbanos
las semillas, y también análisis de 14C, de isótopos estables
con basílicas de Mallorca y Menorca. Por otro lado, hay
(δ 13C y δ 15N), de residuos orgánicos, fitolitos, etc. La ma-
que mencionar la labor hecha en la ciudad mallorquina
yoría ya se han publicado y, los que no, están en vías de
de Pollentia y la publicación de materiales muebles allá
publicación. Muchos de estos estudios nunca se habían
encontrados, así como de algunas construcciones tardías.
hecho con materiales de estas cronologías o no se habían
Por lo que respecta a las Pitiusas, sobresalen las excava-
publicado. Destaca además que, tanto en Cabrera como
ciones, la obra investigadora y las publicaciones de Joan
Son Peretó, se están documentando fases del siglo viii que,
Ramon Torres. En un contexto más general, Miquel Barceló
junto al siglo ix, son los dos de los que menos información
i Perelló es quien más aportaciones hizo para conocer las
se dispone de toda la historia de las Baleares.
sociedades baleares de los siglos vii al x.
Las investigaciones del proyecto de Cabrera han
Sin embargo, tal como anuncia el título de esta apor-
profundizado en el estudio del monacato cristiano de los
tación, su objetivo es exponer nuevos datos arqueológi-
siglos iv al viii en el Mediterráneo. También han propor-
cos de las Islas Baleares de los siglos v al viii, conocidos
cionado la base para entender cómo empezó y como se
durante el siglo xxi. Se ha procurado que sean los más
organizó la comunidad monástica caprierense. Todo este
relevantes, sin embargo, también es cierto que, a causa
trabajo, en el que ha sido capital el estudio de los materia-
de las reducidas dimensiones de esta aportación, es bas-
les muebles, especialmente los cerámicos, ha permitido
tante seguro que alguno se pueda echar en falta.
situar en el siglo v la instalación de los monjes en Cabrera.
Entre los siglos v al vii, la comunidad dispuso de un ceno-
Los datos arqueológicos del siglo xxi
bio y de diversos eremitorios, y se han podido describir al-
Los proyectos del archipiélago de Cabrera y de Son
gunos de los elementos que los caracterizaron, así como
Peretó en Mallorca son los que más han aportado, en las
los recursos y las actividades que los monjes llevaron a
dos últimas décadas, para conocer el pasado balear de los
cabo. Por ejemplo, se han encontrado instalaciones para
siglos v al viii. El proyecto de Cabrera está en marcha des-
la elaboración de salazones, de púrpura y de vino; se han
de 1999 y el de Son Peretó, desde 2005. Este último es, de
identificado las principales fuentes de abastecimiento
los dos, el que más continuidad y recursos ha tenido en los
de agua y las áreas de posible cultivo, y se han analizado
últimos años. El de Cabrera, en cambio, ha sufrido graves
las estrategias de explotación y gestión faunísticas, tanto
problemas de financiación desde 2014. Hay que reseñar
ganaderas como de caza y recolección, etc. También se
que, en ambos proyectos, además de los trabajos de exca-
ha visto cómo Cabrera puede ser considerada una «isla
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santa» ocupada exclusivamente por parte de la comuni-
gue aportando datos referidos a los siglos v al viii, pero la
dad monacal y sus eventuales sirvientes.
novedad más llamativa ha sido la referida a que el gran ce-
Los resultados de la investigación arqueológica del
menterio localizado allá donde había estado el foro de la
yacimiento de Son Peretó han permitido obtener datos
ciudad, no debía ser de estas centurias, tal como se había
importantes sobre la vida de una comunidad cristiana de
publicado numerosas veces, sino de entre los siglos viii y
los siglos v al viii. Lo descubierto hasta ahora apunta a que,
xii. Esta nueva propuesta cronológica se ha hecho a partir
por ejemplo, en un núcleo de población romano anterior,
de los resultados de medio centenar de pruebas de 14C rea-
ligado a una importante vía de comunicación terrestre, se
lizadas en huesos de personas allí inhumadas en posición
erigió una iglesia y un baptisterio para dar servicio religio-
de decúbito supino. Pero queda pendiente comprobar si
so a la comunidad del lugar y, muy probablemente, tam-
en esta necrópolis, de la que ya se han excavado más de
bién a la de los alrededores. Su cementerio estuvo activo,
cuatrocientas sepulturas, quizá había también un núme-
como mínimo, durante los siglos v, vi, vii y viii. La basílica,
ro significativo de enterramientos anteriores al siglo viii.
cercana al siglo vi, tenía una capacidad próxima a 400 al-
En cualquier caso, es interesante saber que, gracias a los
mas. Se ha documentado la existencia de dos baptisterios
valores de los isótopos estables (δ 13C y δ 15N), de la cin-
sucesivos en el tiempo con sus correspondientes piscinas
cuentena de individuos analizados por radiocarbono, se
bautismales. Durante el siglo vii, inmediatamente al lado
ha considerado que aquel cementerio correspondería a
del baptisterio construido en el siglo vi se edificó un núcleo
una población de carácter cosmopolita.
de hábitat, que aún solo se conoce muy parcialmente. Los
Pollentia, en Mallorca, y Sanitja, en Menorca, son los ya-
estudios de fauna indican que los recursos ganaderos de
cimientos arqueológicos baleares donde más se ha estado
aquella población debían estar muy diversificados. Son
excavando y donde más gente ha trabajado durante el siglo
varios los indicios que hacen pensar en una dieta basa-
xxi. Pero son dos modelos de investigación radicalmente
da fundamentalmente en alimentos de origen terrestre y
diferentes. Y es que unos de los grandes despropósitos de
en una explotación importante de los recursos vegetales.
la arqueología española de la presente centuria son las ex-
La presencia de silos y de molinos en varias habitaciones
cavaciones realizadas a Sanitja, uno de los yacimientos más
habla del almacenamiento y la molienda de legumbres
importantes de todas las Baleares. Lo es tanto por la meto-
o cereales, entre los que se ha confirmado la cebada. La
dología de excavación y registro empleados durante mu-
constatación de un depósito con restos de vino y aceite de-
chos años, como por la falta de estudios y publicaciones de
muestra también la elaboración de estos productos. Otros
casi todo lo que se va desenterrando, por ejemplo, decenas
hallazgos indican que se trabajaba el hierro y el vidrio.
de edificaciones, cientos de tumbas y monedas, etc. Por lo
Otro yacimiento excavado ininterrumpidamente du-
que respeta a los supuestos hallazgos de los siglos v al vii dC.,
rante todos los años del siglo xxi es el de Pollentia. Este si-
hay que delatar la invención de una basílica y un baptisterio
Las Islas Baleares de los siglos v al viii dC. Mateu Riera Rullan
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(edificio 11) que se han querido asociar a un posible monas-
puerto. De Mallorca se pueden resaltar los descubrimien-
terio del siglo v. Tampoco es acertada la identificación de
tos hechos en el centro histórico de la ciudad de Palma y,
muchas de las más de medio centenar de monedas consi-
fuera de esta, en Son Fornés, Puig de s’Escolà, Son Sard y
deradas como vándalas, ni la clasificación de la mayoría de
s’Illot. Finalmente, de Formentera se puede citar un conjun-
cerámicas comunes o de cocina de los siglos iv al viii. Pero
to de tumbas encontrado en Sant Francesc Xavier. Hay que
en resumidas cuentas, conviene tomar con mucha precau-
mencionar no obstante, que salvo contadas excepciones,
ción todo lo que se ha publicado de esta estación arqueoló-
mucho de lo descubierto en las cuatro islas, incluso de los
gica menorquina, pero también es cierto que es muy seguro
casos mencionados, aún permanece inédito.
que allí hay, como mínimo, una basílica cristiana, dada a co-
Tienen mucho interés los nuevos datos publicados
nocer recientemente por Llorenç Alapont Martín. Ojalá que
de la isla del Rei, la isla d’en Colom y de los islotes de els
Jordina Sales Carbonell, nueva codirectora del lugar desde
Frares y de s’Espalmador. También los referentes a los fon-
el año 2017, pueda poner orden, coherencia y rigor científico
dos marinos mallorquines de Portocolom y Portocristo.
en los trabajos que allá se siguen haciendo cada año.
Nuevos trabajos arqueológicos hechos en el castellum de
La basílica empezada a excavar hace poco en Sanitja
Can Blai de Formentera y en su entorno han servido para
se ha podido añadir a la espectacular lista de basílicas de
proponer que aquella fortificación no debe ser del siglo vi,
los siglos v al vii incontestablemente descubiertas en las
sino del iv, pero parece que el debate sobre su datación
dos islas más grandes del archipiélago. Las otras ocho, la
no está cerrado.
mayoría con espléndidos pavimentos de mosaico, son las
Miquel Àngel Cau Ontiveros es el arqueólogo que más
de Fornàs de Torelló, Illa del Rei, Son Bou y Cap des Port,
temas ha tratado y publicado relacionados con la Antigüedad
en Menorca, y las de Cas Frares, Sa Carrotja, Son Peretó y
tardía de casi todas las Islas Baleares, ya sea a título indivi-
Son Fadrinet, en Mallorca.
dual o con otros investigadores. Ha trabajado un amplio aba-
Además de los hallazgos del archipiélago de Cabrera,
nico de campos de actuación: prospecciones, excavaciones,
Son Peretó, Pollentia y Sanitja, se han documentado mate-
estudios del territorio, fortificaciones, arquitectura y mobilia-
riales de los siglos v al vii dC. e, incluso, alguna estructura de
rio litúrgico, materiales muebles, etc., en los que ha aplicado
las mismas centurias, tanto en excavaciones programadas
a menudo estudios arqueométricos y nuevas tecnologías.
hechas en estaciones prehistóricas como en excavaciones
Entre los estudios de los materiales se pueden destacar los
de urgencia. Proporcionalmente, Eivissa es la isla donde se
análisis hechos en morteros o residuos orgánicos pero, espe-
han hecho más descubrimientos, especialmente en el ám-
cialmente, todo lo relacionado con la ceramología.
bito urbano o suburbano de la única ciudad que hay des-
Los hallazgos cerámicos en casi todos los lugares hasta
de época antigua, pero también por su agro. En Menorca
ahora mencionados, como también en los asentamientos
destacan los descubrimientos hechos en Ciutadella y en su
rurales de sa Mesquida en Mallorca, Cap des Port de Fornells
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en Menorca y Can Sorà en Ibiza y, aún más, en el archipiélago de Cabrera, han permitido documentar la importación
de numerosos y variados productos de todo el Mediterráneo
durante los siglos v, vi y vii. En cambio, no se puede decir lo
mismo del siglo viii. En Cabrera también se ha constatado
arqueométricamente la presencia de mármoles originarios
de la península ibérica, la península itálica, las islas griegas,
la península de Anatolia y, tal vez, del norte de Argelia.
Entre los materiales encontrados, supuestamente en
las Baleares, y publicados en lo que llevamos de siglo xxi,
sobresalen ocho sellos de plomo de los siglos vi al viii,
cinco de los cuales se podrían haber encontrado en el
castillo de Santueri de Mallorca y los otros tres en varios
puntos del término municipal de Ciutadella (Menorca).
Desgraciadamente, ninguno de ellos se recuperó en el
marco de un proyecto de investigación legal ni en excavación arqueológica hecha con método estratigráfico. Aun
así, tal como han afirmado Joan C. de Nicolás Mascaró
y Bernat Moll Mercadal, en conjunto aportan informaciones muy valiosas de la presencia bizantina, especialmente por la constatación de un «arconte mallorquín para las
Baleares en el siglo viii». También durante el siglo xxi, se
han dado a conocer numerosas monedas y algunos es-
Fotografía y dibujo de un sello de plomo bizantino hallado
en Menorca, dado a conocer por Joan C. de Nicolàs y Bernat
Moll (2013), gracias al cual se ha conocido la existencia de un
arcontado balear del siglo viii.
pectaculares materiales metálicos de época vándala o bizantina encontrados, aparentemente, en el castillo citado
y en numerosos lugares de Menorca, pero también casi
siempre recuperados en tan deplorables circunstancias.
A modo de conclusiones
La recopilación de datos arqueológicos presentada
no pretendía ser exhaustiva sino selectiva, especialmenLas Islas Baleares de los siglos v al viii dC. Mateu Riera Rullan
te por lo que respecta a las que más informaciones han
aportado para conocer mejor el pasado de los baleares de
los siglos v al viii. Estas centurias han sido consideradas a
menudo de las más oscuras de todas las fases históricas
de las Islas Baleares, sin embargo, gracias a los trabajos
mencionados, cada vez están más iluminadas.
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Las Islas Baleares de los siglos v
al viii dC. Algunos datos nuevos aportados
por la arqueología del siglo xxi
Mateu Riera Rullan
Facultat Antoni Gaudí d’Història, Arqueologia i Arts Cristianes
Introducción
Durante las últimas décadas ha aumentado considerablemente el conocimiento de lo sucedido en las Islas Baleares
durante los siglos v al viii. Este período, denominado por algunos «Antigüedad tardía» y, por otros, «Alta Edad Media»,
coincide en el tiempo con los reinos visigóticos de la península ibérica. Hay que recordar que, pese a teorías indocumentadas que proponen lo contrario, los visigodos nunca
dominaron las Baleares, tal como ha demostrado Josep
Amengual i Batlle, tanto a partir de las fuentes escritas,
como de las arqueológicas.
◁ Montaje fotogramétrico de la basílica del Fornàs de Torelló
(Maó, Menorca), realizada durante las labores de limpieza y
restauración del año 2018, efectuadas por Montserrat Anglada,
Margalida Munar y Bernat Burgaya. Autor: Bernat Burgaya.
Fotografía aérea del conjunto de Son Peretó (Manacor,
Mallorca) realizada durante la campaña arqueológica de 2016,
coordinada por Magdalena Salas Burguera y dirigida por Miguel
Ángel Cau Ontiveros y Mateu Riera Rullan. Autor: Miquel Àngel
Escanelles Garau.
Gracias a las fuentes textuales, se sabe que las
Baleares pasaron del Imperio romano de Occidente al
Reino vándalo (455 al 534) y, de este, al Imperio romano
de Oriente, conocido así mismo como Imperio bizantino.
También permiten ver confusamente cómo el cristianismo
se fue consolidando, primero en las ciudades y después en
el campo. Pero la verdad es que a partir del año 420 bien
poco explican de lo sucedido en las mencionadas islas. El
antes nombrado Josep Amengual i Batlle ha sido quien
más inferencias ha hecho, deducidas, principalmente,
a partir de las informaciones contenidas en las escasas y
sucintas fuentes textuales de las Baleares. De aquellas,
probablemente, aún se pueden extraer más conocimientos històricos, pero no cabe duda de que es a partir de los
datos que están aportando los trabajos arqueológicos, de
donde más se podrá escribir la historia de las personas que
habitaron el archipiélago balear durante los siglos v al viii.
Durante el último cuarto del siglo xx, se hicieron excavaciones arqueológicas y trabajos de investigación muy
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meritorios, que servirían para iluminar más los siglos v y vi
vación, también se han realizado estudios de la cerámica,
que los vii y viii. Se pueden destacar los realizados por Pere
las monedas, el vidrio, la fauna, las restos antropológicos,
de Palol y varios miembros de su equipo de la Universidad
los morteros, los elementos líticos, los carbones, el polen,
de Barcelona, centrados en los asentamientos no urbanos
las semillas, y también análisis de 14C, de isótopos estables
con basílicas de Mallorca y Menorca. Por otro lado, hay
(δ 13C y δ 15N), de residuos orgánicos, fitolitos, etc. La ma-
que mencionar la labor hecha en la ciudad mallorquina
yoría ya se han publicado y, los que no, están en vías de
de Pollentia y la publicación de materiales muebles allá
publicación. Muchos de estos estudios nunca se habían
encontrados, así como de algunas construcciones tardías.
hecho con materiales de estas cronologías o no se habían
Por lo que respecta a las Pitiusas, sobresalen las excava-
publicado. Destaca además que, tanto en Cabrera como
ciones, la obra investigadora y las publicaciones de Joan
Son Peretó, se están documentando fases del siglo viii que,
Ramon Torres. En un contexto más general, Miquel Barceló
junto al siglo ix, son los dos de los que menos información
i Perelló es quien más aportaciones hizo para conocer las
se dispone de toda la historia de las Baleares.
sociedades baleares de los siglos vii al x.
Las investigaciones del proyecto de Cabrera han
Sin embargo, tal como anuncia el título de esta apor-
profundizado en el estudio del monacato cristiano de los
tación, su objetivo es exponer nuevos datos arqueológi-
siglos iv al viii en el Mediterráneo. También han propor-
cos de las Islas Baleares de los siglos v al viii, conocidos
cionado la base para entender cómo empezó y como se
durante el siglo xxi. Se ha procurado que sean los más
organizó la comunidad monástica caprierense. Todo este
relevantes, sin embargo, también es cierto que, a causa
trabajo, en el que ha sido capital el estudio de los materia-
de las reducidas dimensiones de esta aportación, es bas-
les muebles, especialmente los cerámicos, ha permitido
tante seguro que alguno se pueda echar en falta.
situar en el siglo v la instalación de los monjes en Cabrera.
Entre los siglos v al vii, la comunidad dispuso de un ceno-
Los datos arqueológicos del siglo xxi
bio y de diversos eremitorios, y se han podido describir al-
Los proyectos del archipiélago de Cabrera y de Son
gunos de los elementos que los caracterizaron, así como
Peretó en Mallorca son los que más han aportado, en las
los recursos y las actividades que los monjes llevaron a
dos últimas décadas, para conocer el pasado balear de los
cabo. Por ejemplo, se han encontrado instalaciones para
siglos v al viii. El proyecto de Cabrera está en marcha des-
la elaboración de salazones, de púrpura y de vino; se han
de 1999 y el de Son Peretó, desde 2005. Este último es, de
identificado las principales fuentes de abastecimiento
los dos, el que más continuidad y recursos ha tenido en los
de agua y las áreas de posible cultivo, y se han analizado
últimos años. El de Cabrera, en cambio, ha sufrido graves
las estrategias de explotación y gestión faunísticas, tanto
problemas de financiación desde 2014. Hay que reseñar
ganaderas como de caza y recolección, etc. También se
que, en ambos proyectos, además de los trabajos de exca-
ha visto cómo Cabrera puede ser considerada una «isla
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santa» ocupada exclusivamente por parte de la comuni-
gue aportando datos referidos a los siglos v al viii, pero la
dad monacal y sus eventuales sirvientes.
novedad más llamativa ha sido la referida a que el gran ce-
Los resultados de la investigación arqueológica del
menterio localizado allá donde había estado el foro de la
yacimiento de Son Peretó han permitido obtener datos
ciudad, no debía ser de estas centurias, tal como se había
importantes sobre la vida de una comunidad cristiana de
publicado numerosas veces, sino de entre los siglos viii y
los siglos v al viii. Lo descubierto hasta ahora apunta a que,
xii. Esta nueva propuesta cronológica se ha hecho a partir
por ejemplo, en un núcleo de población romano anterior,
de los resultados de medio centenar de pruebas de 14C rea-
ligado a una importante vía de comunicación terrestre, se
lizadas en huesos de personas allí inhumadas en posición
erigió una iglesia y un baptisterio para dar servicio religio-
de decúbito supino. Pero queda pendiente comprobar si
so a la comunidad del lugar y, muy probablemente, tam-
en esta necrópolis, de la que ya se han excavado más de
bién a la de los alrededores. Su cementerio estuvo activo,
cuatrocientas sepulturas, quizá había también un núme-
como mínimo, durante los siglos v, vi, vii y viii. La basílica,
ro significativo de enterramientos anteriores al siglo viii.
cercana al siglo vi, tenía una capacidad próxima a 400 al-
En cualquier caso, es interesante saber que, gracias a los
mas. Se ha documentado la existencia de dos baptisterios
valores de los isótopos estables (δ 13C y δ 15N), de la cin-
sucesivos en el tiempo con sus correspondientes piscinas
cuentena de individuos analizados por radiocarbono, se
bautismales. Durante el siglo vii, inmediatamente al lado
ha considerado que aquel cementerio correspondería a
del baptisterio construido en el siglo vi se edificó un núcleo
una población de carácter cosmopolita.
de hábitat, que aún solo se conoce muy parcialmente. Los
Pollentia, en Mallorca, y Sanitja, en Menorca, son los ya-
estudios de fauna indican que los recursos ganaderos de
cimientos arqueológicos baleares donde más se ha estado
aquella población debían estar muy diversificados. Son
excavando y donde más gente ha trabajado durante el siglo
varios los indicios que hacen pensar en una dieta basa-
xxi. Pero son dos modelos de investigación radicalmente
da fundamentalmente en alimentos de origen terrestre y
diferentes. Y es que unos de los grandes despropósitos de
en una explotación importante de los recursos vegetales.
la arqueología española de la presente centuria son las ex-
La presencia de silos y de molinos en varias habitaciones
cavaciones realizadas a Sanitja, uno de los yacimientos más
habla del almacenamiento y la molienda de legumbres
importantes de todas las Baleares. Lo es tanto por la meto-
o cereales, entre los que se ha confirmado la cebada. La
dología de excavación y registro empleados durante mu-
constatación de un depósito con restos de vino y aceite de-
chos años, como por la falta de estudios y publicaciones de
muestra también la elaboración de estos productos. Otros
casi todo lo que se va desenterrando, por ejemplo, decenas
hallazgos indican que se trabajaba el hierro y el vidrio.
de edificaciones, cientos de tumbas y monedas, etc. Por lo
Otro yacimiento excavado ininterrumpidamente du-
que respeta a los supuestos hallazgos de los siglos v al vii dC.,
rante todos los años del siglo xxi es el de Pollentia. Este si-
hay que delatar la invención de una basílica y un baptisterio
Las Islas Baleares de los siglos v al viii dC. Mateu Riera Rullan
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(edificio 11) que se han querido asociar a un posible monas-
puerto. De Mallorca se pueden resaltar los descubrimien-
terio del siglo v. Tampoco es acertada la identificación de
tos hechos en el centro histórico de la ciudad de Palma y,
muchas de las más de medio centenar de monedas consi-
fuera de esta, en Son Fornés, Puig de s’Escolà, Son Sard y
deradas como vándalas, ni la clasificación de la mayoría de
s’Illot. Finalmente, de Formentera se puede citar un conjun-
cerámicas comunes o de cocina de los siglos iv al viii. Pero
to de tumbas encontrado en Sant Francesc Xavier. Hay que
en resumidas cuentas, conviene tomar con mucha precau-
mencionar no obstante, que salvo contadas excepciones,
ción todo lo que se ha publicado de esta estación arqueoló-
mucho de lo descubierto en las cuatro islas, incluso de los
gica menorquina, pero también es cierto que es muy seguro
casos mencionados, aún permanece inédito.
que allí hay, como mínimo, una basílica cristiana, dada a co-
Tienen mucho interés los nuevos datos publicados
nocer recientemente por Llorenç Alapont Martín. Ojalá que
de la isla del Rei, la isla d’en Colom y de los islotes de els
Jordina Sales Carbonell, nueva codirectora del lugar desde
Frares y de s’Espalmador. También los referentes a los fon-
el año 2017, pueda poner orden, coherencia y rigor científico
dos marinos mallorquines de Portocolom y Portocristo.
en los trabajos que allá se siguen haciendo cada año.
Nuevos trabajos arqueológicos hechos en el castellum de
La basílica empezada a excavar hace poco en Sanitja
Can Blai de Formentera y en su entorno han servido para
se ha podido añadir a la espectacular lista de basílicas de
proponer que aquella fortificación no debe ser del siglo vi,
los siglos v al vii incontestablemente descubiertas en las
sino del iv, pero parece que el debate sobre su datación
dos islas más grandes del archipiélago. Las otras ocho, la
no está cerrado.
mayoría con espléndidos pavimentos de mosaico, son las
Miquel Àngel Cau Ontiveros es el arqueólogo que más
de Fornàs de Torelló, Illa del Rei, Son Bou y Cap des Port,
temas ha tratado y publicado relacionados con la Antigüedad
en Menorca, y las de Cas Frares, Sa Carrotja, Son Peretó y
tardía de casi todas las Islas Baleares, ya sea a título indivi-
Son Fadrinet, en Mallorca.
dual o con otros investigadores. Ha trabajado un amplio aba-
Además de los hallazgos del archipiélago de Cabrera,
nico de campos de actuación: prospecciones, excavaciones,
Son Peretó, Pollentia y Sanitja, se han documentado mate-
estudios del territorio, fortificaciones, arquitectura y mobilia-
riales de los siglos v al vii dC. e, incluso, alguna estructura de
rio litúrgico, materiales muebles, etc., en los que ha aplicado
las mismas centurias, tanto en excavaciones programadas
a menudo estudios arqueométricos y nuevas tecnologías.
hechas en estaciones prehistóricas como en excavaciones
Entre los estudios de los materiales se pueden destacar los
de urgencia. Proporcionalmente, Eivissa es la isla donde se
análisis hechos en morteros o residuos orgánicos pero, espe-
han hecho más descubrimientos, especialmente en el ám-
cialmente, todo lo relacionado con la ceramología.
bito urbano o suburbano de la única ciudad que hay des-
Los hallazgos cerámicos en casi todos los lugares hasta
de época antigua, pero también por su agro. En Menorca
ahora mencionados, como también en los asentamientos
destacan los descubrimientos hechos en Ciutadella y en su
rurales de sa Mesquida en Mallorca, Cap des Port de Fornells
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en Menorca y Can Sorà en Ibiza y, aún más, en el archipiélago de Cabrera, han permitido documentar la importación
de numerosos y variados productos de todo el Mediterráneo
durante los siglos v, vi y vii. En cambio, no se puede decir lo
mismo del siglo viii. En Cabrera también se ha constatado
arqueométricamente la presencia de mármoles originarios
de la península ibérica, la península itálica, las islas griegas,
la península de Anatolia y, tal vez, del norte de Argelia.
Entre los materiales encontrados, supuestamente en
las Baleares, y publicados en lo que llevamos de siglo xxi,
sobresalen ocho sellos de plomo de los siglos vi al viii,
cinco de los cuales se podrían haber encontrado en el
castillo de Santueri de Mallorca y los otros tres en varios
puntos del término municipal de Ciutadella (Menorca).
Desgraciadamente, ninguno de ellos se recuperó en el
marco de un proyecto de investigación legal ni en excavación arqueológica hecha con método estratigráfico. Aun
así, tal como han afirmado Joan C. de Nicolás Mascaró
y Bernat Moll Mercadal, en conjunto aportan informaciones muy valiosas de la presencia bizantina, especialmente por la constatación de un «arconte mallorquín para las
Baleares en el siglo viii». También durante el siglo xxi, se
han dado a conocer numerosas monedas y algunos es-
Fotografía y dibujo de un sello de plomo bizantino hallado
en Menorca, dado a conocer por Joan C. de Nicolàs y Bernat
Moll (2013), gracias al cual se ha conocido la existencia de un
arcontado balear del siglo viii.
pectaculares materiales metálicos de época vándala o bizantina encontrados, aparentemente, en el castillo citado
y en numerosos lugares de Menorca, pero también casi
siempre recuperados en tan deplorables circunstancias.
A modo de conclusiones
La recopilación de datos arqueológicos presentada
no pretendía ser exhaustiva sino selectiva, especialmenLas Islas Baleares de los siglos v al viii dC. Mateu Riera Rullan
te por lo que respecta a las que más informaciones han
aportado para conocer mejor el pasado de los baleares de
los siglos v al viii. Estas centurias han sido consideradas a
menudo de las más oscuras de todas las fases históricas
de las Islas Baleares, sin embargo, gracias a los trabajos
mencionados, cada vez están más iluminadas.
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